Antecedentes Este estudio se enfoca a los incendios forestales en áreas marginales de regiones biogeográficas y climáticas del tipo mediterráneas donde los incendios no son comunes. El objetivo de la investigación fue determinar la diferencia en composición y características de diferentes intensidades de daño por fuegos y analizar los cambios en los ecosistemas forestales durante los incendios forestales que ocurrieron en el verano de 2022. El estudio incluye tanto la zona de bosques boreales y bosques no nativos de pino negro (Pins nigra). Técnicas de sensores remotos ligadas a datos de vegetación muestreados a campo durante la estación de crecimiento de 2023, la verdadera estación luego de los fuegos, fueron también usadas en la determinación de los incendios.
Resultados El estudio confirma que tanto el análisis de los datos del satélite, la interpretación de ortofotos y los muestreos de vegetación in situ, proveen de información equivalente sobre la severidad de los incendios, abriendo una oportunidad para transferir el conocimiento del post-fuego en sitios similares, y no tener que realizar los muestreos de campo en el futuro. El análisis de la clasificación por TWINSPAN divide las parcelas de muestreo en clústeres basado la prevalencia de especies de árboles y la severidad del fuego. Las especies diagnóstico fueron calculadas usando la medida de fidelidad. La ordenación reveló que el primer eje del análisis de las fluctuaciones sin tendencia (DFA) se correlacionó con la severidad del fuego. Las condiciones ecológicas y estrategias, las formas de vida, cariotipos, las clases de dispersión de semillas y las características de la regeneración, fueron analizadas a través de ese gradiente. Encontramos que los sitios post-fuego se trasformaban en más cálidos, secos, y livianos, lo que favoreció el crecimiento de especies ruderales, pterófitas, cosmopolitas, anemócoras y otras especies emergentes en el post-fuego. Luego del incendio, fue observada una “ola” de especies anuales ruderales.
Conclusiones Los resultados indican que la recuperación post-fuego puede ser lograda mediante procesos naturales sin intervención humana, exceptuando el caso de especies de rodales de pino no nativos en los cuales la siembra o plantación serían necesarias. De todos modos, es esencial el control sobre la posible aparición de especies invasoras. Las adaptaciones aisladas de especies al fuego también han sido observadas, como la germinación estimulada por el calor. Tales adaptaciones pueden desarrollarse en regiones expuestas a fuegos frecuentes y donde los fuegos actúan como un factor evolutivo.
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